martes, 11 de diciembre de 2012

¿Dónde está el límite?

Quiero compartir con vosotros esta noticia, en la cual podemos leer dos estremecedores casos de padres que fuerzan a sus hijos, de corta edad, a seguir estrictos entrenamientos de una intensidad excesiva, con el afán de convertir a sus pequeños en grandes deportistas olímpicos el día de mañana. Estos casos se han dado en China, donde es bien conocido el duro nivel de entrenamiento al que son sometidos los deportistas, aunque estoy seguro de que no es una excepción única.

Por ello, me gustaría saber qué opináis vosotros: ¿Vale la pena someter a niños pequeños a duros entrenamientos para convertirlos en deportistas de alto nivel? ¿Hasta que punto se puedo forzar la "máquina humana"? ¿Quién marca los límites sobre lo que se puede y no puede hacer? ¿Qué valores éticos deben primar en la preparación física de los niños? Os invito a reflexionar y comentar.

1 comentario:

  1. Esta noticia me parece brutal, ya que nadie debería permitir que trataran así a una hija y mas con tan temprana edad. Lo que puedo deducir de esto es que el padre ve en su hija lo que el no pudo llegar a hacer en su tiempo y ahora quiere que logre un objetivo que ni ella misma sabe si quiere lograr porque con tan temprana edad la capacidad de razonamiento es escasa.
    Los niños no son "juguetes" que puedan utilizar como quieran, ya que en prácticas deportivas que requieran tan grandes esfuerzos no pueden divertirse ni socializarse y mas en la forma que utiliza su padre.
    Por realizar esfuerzos tan grandes no significa que llegue a ser campeona olímpica, ya que puede transformase en un"juguete" roto y tener consequencias muy negativas para su vida, ya que a esta edad es importante la diversión y socialización.

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