Es notable
el interés que este documental ha despertado en mí, desde su mismo título, en
el cual se equipara al cuerpo humano con una máquina compleja y de casi
perfecto funcionamiento, nada alejado de la realidad. Creo que es fascinante el
modo en que nuestro organismo funciona y responde a determinadas situaciones, y
es por ello que debería existir una mayor educación al respecto, y una
información más cercana sobre esto para la gente de a pie.
El vídeo
comienza tratando sobre la piel, lo que comúnmente se cree que no es más que la
parte de nuestro cuerpo más superficial, la que recubre nuestros huesos,
vísceras y músculos internos. Pero, como se puede observar, va mucho más allá,
desde una extraordinaria capacidad sensitiva a una función de regulación
térmica vital, permitiéndonos mantener nuestro cuerpo a la temperatura
necesaria para mantener nuestro organismo con vida. Por otro lugar, me llama la
atención ver que el color de los ojos o de la piel depende de la cantidad de
melanina de cada ser humana, y me aterra ver cómo existe aún gente que es capaz
de discriminar a otros seres humanos por el simple hecho del color de su piel.
Pero no es
la piel el único de los maravillosos órganos sensitivos que poseemos. El oído
capta vibraciones existentes en un espacio cercano y las transmite al cerebro
en forma de información, al igual que es vital para nuestro equilibrio, así
como la vista. Esta es capaz de colmar nuestras neuronas de información a
través de la luz que captan los fotoreceptores, a veces frágiles de ser
dañados. Me lastimó ver a la mujer que, con el paso del tiempo, había ido
perdiendo visión, pero creo que cualquier persona que pierda la capacidad de
alguno de sus sentidos, por traumático que esto pueda llegar a ser, debe
aceptarlo y adaptarse de la mejor manera posible a esa nueva situación de vida.
Aunque me invade de alegría ver que la ciencia y los avances tecnológicos
puedan ayudar a recuperar, en este caso, la visión de aquella mujer.
En cuanto al
gusto, desconocía el gran número de papilas gustativas de nuestra boca, las
cuales dan comienzo a un proceso por el cual el alimento que ingerimos se
transforma en nutrientes, que más tarde serán convertidos en energía.
El olor como resultado de la respiración no es
sino una pequeña porción de todo lo que esta nos brinda. Desde ser capaz de
producir espectaculares sonidos con la ayuda de las cuerdas vocales, como en el
caso del cantante de Aerosmith, hasta llevar el oxígeno de nuestro
entorno, filtrando el aire en los bronquios, hasta la sangre a través de los
alveolos, para que esta la transporte a todo nuestro cuerpo, asegurando su
correcto funcionamiento. En esto también tiene una función vital el corazón
que, funcionando como una bomba, transporta todo tipo de nutrientes y
partículas por nuestro cuerpo, a través del complejo sistema formado por la
arterias, las venas y los capilares. Me sorprendió el caso de los pilotos de la
marina, quienes gracias al control de su respiración y de la contracción de sus
músculos, son capaces de llevar al cerebro la sangre en una situación límite.
Pero esto no
es todo en nuestro cuerpo, contamos con un complejo conjunto de huesos,
articulaciones y músculos que nos permiten múltiples rangos de movimiento, a la
vez que nos sirven de sostén en nuestra lucha personal contra la gravedad.
Asimismo, nos hacen resistir grandes impactos como en el caso de los gimnastas,
que aguantaban entre 14 y 20 veces la fuerza de su propio peso.
Uno de los
aparatos del cuerpo humano que más me fascina es el reproductor, gracias al
cual, con la aparentemente simple unión de dos pequeñas células, el óvulo
femenino y el espermatozoide masculino, y tras varios meses de gestación, se
genera una nueva vida, la existencia de un nuevo ser humano como lo somos cada
uno de nosotros.
Pero, sin
duda alguna, el órgano al que debo mayor admiración es al cerebro, pues es él
donde nace todo, donde se originan nuestros pensamientos, nuestras
percepciones, emociones y sentimientos, nos permite razonar, memorizar,
expresarnos, incluso amar. Es lo que nos diferencia y nos hace ser quien somos
y nos permite, gracias a su gran capacidad adaptativa, cambiar y mejorar como
personas.
En
conclusión, creo que el ser humano es una maravilla que en ocasiones se
menosprecia o no se tiene en cuenta tanto como debería, sobretodo en esta era
tan tecnológica industrial, pero es lo que somos, y aquello que nos permite a
habitar este planeta, y es por ello que hemos de aprender a amarlo, cuidarlo y
venerarlo.
Muy bueno, sirvió para mi tarea :D
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