lunes, 31 de diciembre de 2012

Educación univ...¿?

No nos engañemos, en la práctica, la educación NO es UNIVERSAL:


¿Cómo educar?

J.D. Salinger, en uno de sus nueve cuentos, trata el tema de la educación: ¿Cuál sería la mejor metodología a aplicar en el crecimiento humano?
Teddy, uno de los interlocutores sostiene:
Creo que primero reuniría a todos los niños y les enseñaría a meditar. Trataría de enseñarles a descubrir quiénes son y no simplemente como se llaman y todas esas cosas… Pero antes todavía, creo que les haría olvidar todo lo que les han dicho sus padres y demás personas; quiero decir, aunque los padres les hubieran comentado que un elefante es grande, les enseñaría que sólo lo es cuando está al lado de otra cosa, por ejemplo, un perro o una persona. Ni siquiera les diría que un elefante tiene trompa; cuando más, les mostraría un elefante. Y lo mismo haría con la hierba... Ni siquiera les diría que la hierba es verde.

W. Cunningham


¿Qué opináis vosotros? ¿Seguirías este camino para educar a todos los niños? Creo que es fundamental enseñarles a meditar e indagar en la esencia de su existencia y su ser, así como garantizarles un aprendizaje práctico guiado, en lugar del adoctrinamiento moral, ético y social actual, atestado de conocimientos teóricos abstractos y fácilmente olvidados. Para ello, son muchos los impedimentos que existen en el sistema de enseñanza-EDUCACIÓN-aprendizaje, por lo que es vital "cambiar el chip" de los niños, abrir sus mentes a una nueva forma de aprender, potenciar su pensamiento divergente, a través del cual se rechaza la creencia de que los problemas o los planteamientos tienen una única y clara verdad, dando lugar a una forma de pensamiento más abierta e imaginativa, en la cual son muchas las variantes que pueden existir como solución. Esta claro que el colegio como lo conocemos es el peor de los enemigos que el pensamiento divergente podría toparse: a todos nos han enseñado que existe una única verdad que, además, es la que dicta el profesor. 

NO SEÁIS TÍMIDOS, ¡OPINAD!

sábado, 22 de diciembre de 2012

Competir, ¿para qué?




Esta mañana he estado trabajando en la competición de atletismo municipal de valencia, celebrada en el velódromo Luis Puig. En ella, participaban niños desde 11 años de edad hasta 16. Son muchas las cosas curiosas que se pueden observar en un acontecimiento así.

Analizando lo que estaba observando, he reflexionado sobre la idea de competitividad. Los niños participaban en diferentes pruebas, en las cuales se medía quien era el más veloz, quien era más resistente, quién saltaba mas alto y quién lanzaba más fuerte. Los tres primeros clasificados recibían una medalla, de oro, plata y cobre respectivamente, siguiendo en orden descendente el valor de los metales, por el diferente reconocimiento atribuido a su rendimiento.

Algo similar ocurre en la escuela, donde se evalúa a los alumnos en una escala del uno al diez, se les insta a competir para ver quién acaba antes los ejercicios, quién hace mejor el trabajo, quién saca más nota. Y esto es extrapolable al resto de la sociedad: quién tiene el mejor coche, la casa más grande, quién mete más goles, quién gana más dinero, quién más, quién más y más y más... Y es que parece que el objetivo es quedar por encima de alguien, sentirse más que alguien, alimentar el propio ego pasando por encima de los demás, para conseguir exactamente, ¿qué?

Por suerte, no es esto lo único que ha llamado mi atención. He podido ver la satisfacción en los ojos de un niño por el simple hecho de participar, de hacer ejercicio, y de compartir un acontecimiento así con sus amigos y compañeros. Afortunadamente, la inocencia de un niño aún no ha sido del todo corrompida por estos valores que nos infunde el ejemplo que vemos día a día en nuestro entorno.

jueves, 20 de diciembre de 2012


¿Qué opinas de nuestra sociedad?

Viendo el programa de "El Intermedio" he visto un reportaje sobre una mujer de 75 años, que sufre de diversas enfermedades y vive sola. Ingresa algo más de 300 euros al mes gracias a su pensión, de los cuales al menos 80 se van en gasto sanitario debido a los nuevos pagos que ha de realizar por las recetas y el viaje en ambulancia. Me estremecen sus palabras, cuando afirma que hay días que puede comer, y otros en los que no. Y me hace preguntarme ¿en qué sociedad estamos viviendo? ¿cómo es posible que una sociedad supuestamente avanzada permita que haya gente que pase hambre, que no tenga que llevarse a la boca? Mientras esta mujer no tiene qué comer, millones de personas estarán comprando regalos de navidad, ropa nueva, móviles más modernos, estarán yendo al cine, tomándose una cerveza, o COMPRANDO LOTERÍA (una de las grandes estafas escondidas).

¿Cuales son los valores de esta sociedad? ¿Quién nos ha educado así? ¿Qué podemos hacer para cambiar esto? ¿Cuándo abriremos los ojos?

Os dejo aquí una breve reflexión.

PREGUNTAS ESCOLARIZACIÓN

Aquí os el enlace en el que colgué unas preguntas sobre el tema de la escolarización, es muy interesante, os invito a leerlas y contestar.


Educación, movimiento y yo

Al principio de curso, este fue mi dibujo. En él, podíamos ver la figura de una madre (educadora) enseñando a su hijo (el educando, en este caso yo) a dar los primeros pasos. Pero tras varios meses, mi visión de la educación ha cambiado hacia una corriente más, digamos autónoma.

Para esta ocasión, he elegido la imagen que podemos ver abajo. En ella, vemos a un grupo de niños dedicando su tiempo libremente a actividades que disfrutan . Es cierto que en esta imagen se refleja más el aprendizaje que la educación, pero la aprovecho para hacer hincapié en la individualidad de cada uno de nosotros. La educación debería explotar las capacidades y posibilidades de cada uno de nosotros, y eso es lo que refleja esta nueva imagen.

Evaluando la evaluación

Después de leer la autoevaluación que ha posteado Víctor, se me ha ocurrido comentarla para aportar mi granito de arena. En primer lugar, creo que es una gran noticia ver el trabajo de autocrítica y reflexión de uno de nuestros profesores, algo que nos brinda un gran ejemplo, no solo para la asignatura, sino para cualquier aspecto de la vida. Veo comprensibles las dudas acerca del trabajo realizado, así como de su utilidad. En cuanto a la "doctrina del no adoctrinamiento" sí, podría verse como una nueva forma de imponer algo, pero existe una diferencia vital: este sistema de enseñanza nos muestra todas las variables y nos hace razonar y justificar porque los diferentes estilos de enseñanza son más o menos apropiados, mientras que, al contrario, el adoctrinamiento no deja lugar a la reflexión crítica y comparativa.

Estoy de acuerdo en lo que hablas del contexto, ni el tiempo es el adecuado, ni lo es el número de alumnos, pero, nos guste o no (no se a quien le gustará) este es el sistema que tenemos, el marco en el que hemos de movernos. Es por ello que la idea de crear un espacio virtual comunicativo con los blogs es una salida a la restricción temporal que nos condiciona, pues en esta asignatura se tratan temas y aspectos que invitan a la reflexión, y el tiempo en el aula es insuficiente, por lo que poder trabajar y escribir acerca de temas relacionados con la asignatura desde nuestra casa es una excelente oportunidad.

Está claro que el tiempo nos limita. Yo mismo me veo en dicha situación. Soy de esos a los que les habría gustado poder dedicar más tiempo a la asignatura, pero por el continuo ir y venir del estilo de vida en el que nos vemos inmersos me ha sido más difícil de lo que querría. Pero no puedo justificarme con esa excusa. En última instancia depende de mí, y solo de mí decidir la cantidad de tiempo que dedico a alguna tarea.

La buena noticia es que los blogs nunca mueren, y gracias a ellos es posible mantener un trabajo constante y seguir compartiendo intereses e información.

martes, 11 de diciembre de 2012

¿Dónde está el límite?

Quiero compartir con vosotros esta noticia, en la cual podemos leer dos estremecedores casos de padres que fuerzan a sus hijos, de corta edad, a seguir estrictos entrenamientos de una intensidad excesiva, con el afán de convertir a sus pequeños en grandes deportistas olímpicos el día de mañana. Estos casos se han dado en China, donde es bien conocido el duro nivel de entrenamiento al que son sometidos los deportistas, aunque estoy seguro de que no es una excepción única.

Por ello, me gustaría saber qué opináis vosotros: ¿Vale la pena someter a niños pequeños a duros entrenamientos para convertirlos en deportistas de alto nivel? ¿Hasta que punto se puedo forzar la "máquina humana"? ¿Quién marca los límites sobre lo que se puede y no puede hacer? ¿Qué valores éticos deben primar en la preparación física de los niños? Os invito a reflexionar y comentar.

domingo, 2 de diciembre de 2012

VIOLENCIA FUTBOLERA

Hoy me ha llamado la atención de manera alarmante la noticia que he encontrado en la versión virtual de un periódico. En ella, se narra lo acontecido en las gradas de un pequeño estadio de fútbol granadino, en el que se disputaba un partido de fútbol de niños de ¡8 años! Tras una jugada polémica, una de las madres, indignada, reclamó una falta al árbitro. Al ver esto, una  madre del equipo contrario la emprendió a golpes contra ella y acabó arrojándola por las escaleras, provocándole múltiples lesiones y hematomas.

Este es un claro ejemplo de la apocalíptica evolución de la violencia en los campos de fútbol. Como ya apuntaba en una de mis primeras entradas, observamos casos de violencia por parte de todos los colectivos que forman parte de un partido de fútbol. Son muchas las escenas que conocemos de aficiones peleándose salvajemente en las gradas o a las puertas del estadio. Los jugadores también predican con el ejemplo, incluso en ocasiones sus entrenadores y, en casos más puntuales, los mismos árbitros del partido. Es una pandemia que se expande en forma de hábitus por las canchas del mundo entero, y cada vez envenena más disciplinas deportivas.


Es por ello que es fundamental el castigo y la penalización de estas acciones por parte de las instituciones pertinentes, pero es aún más importante la labor educativa. Muchos de nosotros, como posibles educadores que seremos algún día, debemos hacer hincapié en la lucha contra la violencia, ya que esta se ha asentado en el día a día de nuestras vidas como algo rutinario y habitual. Está en nuestra mano enseñar a los más pequeños valores educativos del deporte, para evitar así que caigan en la chabacanería y la desfachatez de los que hoy son, para muchos de ellos, un modelo a seguir.